La sociedad mata y el sistema de salud remata

La sociedad mata y el sistema de salud remata como mantra, en cuanto los problemas psíquicos gestados de una sociedad que daña y falla en proteger a los más vulnerables se traduce en una individualización y medicalización del sufrimiento sin buscar una solución de raíz.

Resulta sumamente conveniente ignorar la herida fresca pues señala a su ejecutor -la sociedad-, la fibrosis que altera el funcionamiento del órgano y se hace patente a lo largo de los años es más cómoda de tratar pues puede atribuirse a un fallo endógeno.

Así, la sociedad que ha fallado en proteger a una niña cargándola de expectativas de perfección y la ha dejado a su deriva en un entorno hostil (familiar, escolar o abusos fortuitos, ...) donde su palabra se ve anulada por la propia expectativa, acaba desarrollando un trastorno diagnosticable y medicable que se atribuye a un fallo en su persona (TLP, TCA, T.depresivo, etc...). Así, la sociedad que ha fallado no protegiendo ni acobijando a un menor desamparado acaba con un adolescente conflictivo y un adulto psicótico, límite o antisocial; muy convenientemente se busca esperar, la fibrosis emocional es más difícil de relacionar con el desdén de la sociedad cuanto más tiempo transcurre y, por ende, resulta más sencillo atribuir la enfermedad al individuo.

Los opciones son infinitas, todo problema del que la sociedad se desentienda es objeto de ser individualizado y medicado; de forma sumamente irónica, después de tanto daño desatendido acaba siendo necesario recurrir a servicios que individualiza pues un cambio en el funcionamiento social llegaría demasiado tarde para los individuos que ya han sido afectados.

Así, las necesidades se dan a múltiples niveles; tan necesario es un cambio social como disponer de profesionales en salud mental que ayuden a reparar el daño generado por la negligencia de la sociedad, siempre conscientes de dónde se origina el problema y dejando de lado las prácticas individualistas, biologicistas y coercitivas que cargan de culpa al individuo o lo vuelven un ser pasivo de una enfermedad endógena.